La huella del tiempo encarna la caducidad y vestigios de lo perecedero.
Nada es para siempre, todo lo nuevo tiene que envejecer. Lo que sube, tarde o temprano tiende a bajar. Cada vez que me aproximo a mi fin me convierto en mártir.
La escritura concebida como tal no se limita a sanar heridas, sino a arrancar de la propia fisionomía de la palabra ( si es que la tuviere) una desesperación proclamada en protesta. Imaginación + Inquietud - Agentes que producen el hermoso arte.
Benditos sean los niños-poetas. Alejados de convencionalismos acartonados. La academia suele destruir la libertad, es una limitante impuesta por fósiles descerebrados. Respeto más a un creador que a un intelectual. ¿Por qué?, el creador todo lo toca, lo observa, lo deduce, lo manipula a su antojo hasta llevar a cabo su obra. El intelectual es mero transmisor de conocimientos establecidos. En la actualidad existe una inmensa cantidad de intelectuales más no de creadores.
Nada es para siempre, todo lo nuevo tiene que envejecer. Lo que sube, tarde o temprano tiende a bajar. Cada vez que me aproximo a mi fin me convierto en mártir.
La escritura concebida como tal no se limita a sanar heridas, sino a arrancar de la propia fisionomía de la palabra ( si es que la tuviere) una desesperación proclamada en protesta. Imaginación + Inquietud - Agentes que producen el hermoso arte.
Benditos sean los niños-poetas. Alejados de convencionalismos acartonados. La academia suele destruir la libertad, es una limitante impuesta por fósiles descerebrados. Respeto más a un creador que a un intelectual. ¿Por qué?, el creador todo lo toca, lo observa, lo deduce, lo manipula a su antojo hasta llevar a cabo su obra. El intelectual es mero transmisor de conocimientos establecidos. En la actualidad existe una inmensa cantidad de intelectuales más no de creadores.
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